Oestrymnia

Blog dedicado al Neo Folk, Industrial, Dark Ambient y otras vertientes similares, aunque sin límite alguno en cuanto a fronteras estilísticas. Comentarios de discos será básicamente lo que iré añadiendo en principio, aunque no descarto incluir en un futuro artículos completos e, incluso, entrevistas. Probablemente, escriba alguna vez sobre temas "extra-musicales".

lunes, mayo 13, 2013

Ibio

Visita a Ibio y alrededores.
Originarios de esta zona, una de las ramas del apellido Guerra se trasladó a Canarias.

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sábado, mayo 05, 2007

Allerseelen / Sangre Cavallum “Barco do Vinho” CD/Box

Los discos compartidos entre dos o más formaciones musicales suelen ofrecer siempre diversos resultados, no siempre totalmente satisfactorios. Sin embargo, en áreas concretas dentro de las músicas oscuras, se han editado históricamente recopilatorios o colaboraciones dedicadas a una determinada temática cultural o histórica que han logrado concebir muy buenos trabajos en perfecta armonía con el contenido en cuestión. Éste último es el caso del disco que nos ocupa.

Sin ningún género de dudas, el vino es un tema tan sugerente como enormemente rico en cuanto a su propio trasfondo cultural, como para que dos formaciones del talento y creatividad de Allerseelen y Sangre Cavallum pudieran conseguir una obra más que notable, como así ha sucedido con “Barco do Vinho”. No es la primera vez que tanto el austriaco como los portugueses dedican una parte de sus trabajos al vino. Recordemos el diseño del imprescindible “Barbara Carmina”, cuyas imágenes inspiraban, en parte, esa excelente colección de canciones, o las referencias de Gerhard a La Rioja, en su álbum “Abenteuerliches Herz”, concretamente en el cuarto tema del disco.

Originalmente, la colaboración fue planeada para ser editada en formato single, pero parece ser que ésta tomó una mayor importancia en cuanto a la cantidad de temas compuestos y a la inspiración que transmitió a ambos grupos mientras se concebía. Así, en su lugar, se ha editado en compacto; eso sí, manteniendo un precio acorde con el formato originalmente pensado o el correspondiente al de un mini-CD, a pesar de que el resultado final ha sido el de un álbum completo.

Por un lado, tenemos la edición regular en CD; un digipak tríptico diseñado con exquisito gusto gracias a la fotografía seleccionada y al color utilizado, con el que se ha logrado bañar las imágenes y añadirles, más aún, si cabe, un toque añejo, complementando de forma perfecta el espíritu de todo el trabajo. Por otra parte, la edición limitada es una caja de madera de forma rectangular que contiene, además del disco en idéntico formato, una postal y una botella de vino. Esta tirada especial está limitada a sólo 100 copias.

Desde tiempos casi inmemoriales, el vino ha sido un elemento instigador de multitud de manifestaciones de todo tipo y ha inspirado de forma importante a una variedad de artistas considerable. La viticultura es un arte arraigado en muchos pueblos y ligado a costumbres y tradiciones ancestrales, con un fuerte componente atávico y espiritual. No hace falta comentar lo importante que es esta cultura en España y la excelente calidad de los caldos que se obtienen de las numerosas denominaciones de origen de todo el país. Y es que, no hay muchos placeres que igualen o superen una buena comida acompañada de un mejor vino. Conocer sus variedades y procedencias, así como tratar de captar los matices que ofrecen a los sentidos cada uno de ellos, es un placer más que recomendable. No hace falta ser un experto enólogo, ni un sumiller, para tratar de tener unos mínimos conocimientos que ayuden a disfrutar verdaderamente de una bebida incomparable y de un buen maridaje.

Todo estos matices y su eterno espíritu, que los dos grupos bautizan como “La sangre de la tierra”, impregnan cada nota y sirven como impulsor para saborear cada uno de los ocho cortes del disco. En primer lugar, uno se sitúa rápidamente en terreno apropiado observando la fotografía que acompaña el digipak, como primera sensación visual, mientras suenan las notas que inician el viaje en este barco que transporta con parsimonia el preciado líquido. Cada grupo aporta cuatro temas propios, eso sí, ofreciendo colaboraciones puntuales que intercambian entre ellos.

Allerseelen nos ofrece, por su parte, unas composiciones que en conjunto están al mejor nivel de lo que Gerhard ha realizado últimamente y en consonancia con su eterno vigor y su constante trasmutación según el tema central que aborde en cada uno de sus trabajos. Si hay algún disco que reciba de forma atinada su denominación de “Industrial Folcklore”, en ese maridaje perfecto entre tradición y vanguardia, es precisamente éste, donde, además, Gerhard logra combinar distintos elementos que, a la vez que dispares aparentemente, consiguen dar cuerpo a cada canción. “Ó Coração Meu” tiene su base en la rítmica repetitiva y cadenciosa. Esa repetición constante logra un efecto muy apropiado para comenzar el disco; más aún, el efecto de la voz de A. Rangel, de Sangre Cavallum, acrecienta el sabor vetusto con una recitación casi teatral. Sin duda, la tonalidad de la voz consigue rematar el efecto hechizante de todo el conjunto, con pinceladas de violines, teclados que se asemejan a trompetas y el constante acompañamiento del sonido similar a un acordeón. La magia o el hechizo de la sangre, “Zauberblut”, es la siguiente. Este nuevo corte es otra evocación al encanto del vino que embriaga con la escucha de la repetitiva rítmica y con todos esos variados elementos sonoros que se añaden a lo largo del tema: violines ágiles y cautivadores, fugaces melodías clásicas o breves sonidos de órgano que acompañan la habitual recitación de Gerhard en otro tema muy bueno. “Zu Später Stunde” sorprende por su electrónica bailable que se contagia rápidamente de los elementos que la rodean, principalmente, esa especie de sonido de acordeón y una trompeta con aires swing-jazz. Esta es una pieza que combina esos elementos modernistas con otros que le aportan un color más añejo, casi tradicionalista, tiñendo su entorno de tonalidades rojizas y ocres. “In Vino Veritas”, aforismo atribuido a Plinio El Viejo, es, sin lugar a dudas, un cierre muy apropiado a esta primera parte del disco. Algo así como “La verdad está en el vino” es la frase que enmarca un tema industrial pegadizo que continúa conservando el espíritu de sus predecesores, aunque de manera más simple y desinhibida.

Sangre Cavallum brinda un estilo muy diferente al de Allerseelen aunque aquí confluya su espíritu con el del proyecto austriaco de forma muy clara. Después del imprescindible “Pátria Granítica”, uno de los mejores discos de neofolk en muchísimo tiempo, tenía muchas ganas de escuchar nuevas canciones, y estas cuatro siguen a un nivel muy alto. Gerhard devuelve la colaboración y lleva el mando vocal en la primera de este segundo cuarteto. “Wein, Blut der Erde” se desenvuelve entre variadas sensaciones proporcionadas por cada instrumento y que confluyen en el recitado del responsable de Allerseelen. “El vino, sangre de la tierra” es toda una bella declaración y un homenaje que alcanzan de lleno el corazón y el espíritu de la edición, centrado en la unión entre el placer de beber el preciado líquido y la tradición e historia que le respalda. Sangre Cavallum combina con maestría el sonido tradicional con tintes de rock progresivo en el manejo de guitarras y bajos que, sin crear contraste con el conjunto, se funden en él con destreza, llegando a una especie de cúspide de sensaciones hacia el final con el empleo de una mezcla de hasta cuatro tipos de mandolinas, de varias procedencias, y una mandola. Simplemente, sublime. “Cântaros D’euforia” es una excelente pieza donde la actuación de los instrumentos de cuerda y viento, junto al fondo eléctrico, logran un acabado inmejorable. A. Rangel vuelve a conceder ese regusto a añejo que tanta personalidad proporciona cuando actúa, velando una especie de sabiduría relatora. Las voces de A. Rangel y B. Ardo, al final, terminan de conceder el sabor y cuerpo perfecto a una magnífica canción, donde la habitual variedad instrumental y su hábil manejo son, una vez más, un elemento primordial.

Podríamos considerar a “Rabello” como el tema central de los cuatro cortes aportados por Sangre Cavallum. Rabello es el nombre que toman los barcos que transportan los toneles de vino por el río Duero desde sus zonas de producción hasta su destino final. Detrás de esta bella postal, claramente reflejada en la portada del compacto, se hallan infinidad de historias, alegrías y penurias que muchos hombres a lo largo del tiempo han disfrutado y padecido para realizar la noble tarea. De esa forma, el tema es una larga composición, precisamente relatando lo que sería uno de esos extensos viajes por el río, con el crujir de maderas, barriles y el sonido del agua durante el lento navegar. Algunos de estos sonidos fueron grabados por ambas formaciones en la propia Callaecia utilizando un viejo tonel, grabando los propios ruidos del vino, del tonel sobre la tierra y otros similares. A esos sonidos de ambiente se les unen voces sin nombre, sin palabras, como cánticos profundos y anónimos que acompañan notas acústicas y de piano. Parece escucharse el aliento de los hombres que dirigen con su esfuerzo la emotiva embarcación; así, después de siete minutos, el tema cambia claramente de aspecto, no sin antes haberse ido intensificando con el añadido de guitarras eléctricas y el acentuado de los coros que iban marcando el ritmo del avance. El viaje se detiene, como llegando a su destino final, y se convierte en algo más festivo, folclórico, transformándose en casi tres minutos plenos de belleza con el incalculable valor de, sobre todo, gaitas y voces, éstas últimas, ahora sí, cantadas.

El disco termina con el vals del vino, “Weinwalzer”, que se desmarca de parte de lo anteriormente escuchado como si de una jovial celebración se tratara. Sangre Cavallum dedica el tema a Gerhard, que participa en la parte vocal, para producir un interesante contraste, sobre todo, con el corte precedente.

Lo que termina de dar una nota sobresaliente a esta publicación es sin duda su edición especial limitada a cien copias. La botella contiene un vino etiquetado para la ocasión con esa entrañable imagen de un hombre con su canasta a cuestas transportando el fruto de la cosecha y tocando el acordeón. Se trata de un vino de la región del Véneto, nordeste de Italia y fronteriza con Austria. Desde allí se desplazaron Gerhard y el máximo responsable de Steinklang para elegir personalmente el vino. Puedo dar buena fe de que es un vino excelente, muy diferente a lo que uno tiene la ocasión de saborear en nuestro país. Sin duda, hay que dar la enhorabuena por la acertada elección. Eso sí, viendo la estética y temática del compacto, yo creía que iba a ser elegido un vino portugués, con ese particular sabor que proporcionan los vinos del Duero por su especial elaboración, sus condiciones climáticas y de sus suelos que marcan tanto el paisaje como las costumbres de la zona, elementos que han quedado bien relatados en las canciones. No obstante, se ha logrado una perfecta simbiosis entre el espíritu que dan las notas musicales desde Callaecia y Austria y el sabor italiano del vino.

Paco González
*Publicado en www.mentenebre.com el 12 de Abril de 2007

domingo, enero 14, 2007

Sturmpercht “Geister im Waldgebirg” CD/2LP/Box

La nueva sensación del folk europeo es, desde hace tres años, y sin lugar a dudas, Sturmpercht. Se trata de una formación que, desde que comenzó su andadura con un primer single en 2003, se ha convertido, para una embelesada minoría, en un referente obsesivo y obligado; una minoría que es capaz de hacerse con una copia de sus siempre limitadas publicaciones.

Sturmpercht es uno de esos pocos grupos que te atrapa constantemente. Hay una conexión entre el oyente y su obra que va más allá de una corriente objetividad; penetra en niveles de entendimiento que difícilmente pueden explicarse y esa unión es inquebrantable mientras la formación siga produciendo obras como con las que, hasta la fecha, ha obsequiado a sus fervientes seguidores. Es mucho más que sonido, es mucho más que un buen número de canciones que cada vez se acrecienta. Sturmpercht ofrece lo que pocos dentro del panorama del folclore que se hace en nuestro continente. Por si todo eso fuera poco, el grupo es de esos que vierte una dosis importante y esencial de creatividad en la presentación de cada nueva edición. Cada disco es un regalo, hecho con pasión y esmero. Carpetas desplegables, ilustraciones e imágenes reflejadas en postales, ediciones en madera, vinilos de calidad... toda una suerte de materiales variados que son el marco apropiado para todo el fondo, para todas las notas que viajan hasta la raíz de las tradiciones de una zona que, como su tierra de nacimiento, han tratado de homenajear.

Folclore alpino de raíces marcado, sin embargo, por una significativa influencia del neofolk actual, serían las líneas básicas en las que se mueve Sturmpercht. Su sonido está muy arraigado en la tradición de los “Perchten”, de ahí el nombre de la formación, festividades celebradas con diversas variantes por toda la zona alpina, exactamente en sus regiones germana y austriaca, caso este último el que nos ocupa. Estos “Perchtenlaufen”, o desfiles, se celebran durante las “Rauhnächten” o doce noches que van desde el 25 de Diciembre al 6 de Enero; además de, también circunstancialmente, en las noches previas al 6 de Diciembre (S. Nicolás, en la tradición cristiana), la noche del solsticio de invierno y, por último, en la que precede al 6 de Enero. Los Perchten se caracterizan por ser procesiones de hombres enmascarados y disfrazados con pieles que se mueven haciendo ruidos con cencerros o campanas que llevan atados a sus cinturas. En líneas muy generales, podríamos definir estas antiguas prácticas con ancestrales ritos relacionados con la fertilidad de la tierra, pero, sobre todo, toda esa vestimenta y el sonido producido por los artefactos que llevan colgados se utilizaban, en una especie de ritual mágico, para ahuyentar a los espíritus no beneficiosos o para atraer riqueza a la tierra. Las máscaras deben ser fabricadas en madera y muestran una infinidad de rostros endemoniados, representando también arquetipos animales de una variedad y originalidad enormes. La caza salvaje, o “Wild Hunt”, y su desfile espectral es otro tema recurrente e importante para el grupo que, además, tiene relación con esta misma época del año.

Las raíces paganas de esta festividad son indudables, aunque, como es lógico, y al igual que ocurre con infinidad de celebraciones y tradiciones en todo el continente europeo, ha sido moldeada y adaptada, además de asumida, por el cristianismo durante el curso la historia. A pesar de ello, hay que decir que, incluso, a finales del siglo XIX, y después de un fuerte resurgimiento a partir del XVII, esta tradición corrió peligro de desaparecer por la represión cristiana debido, precisamente, al fuerte contenido pagano que alberga. Por supuesto, a pesar de una raíz común, esta festividad tiene una enorme variedad de ejecución y diferentes costumbres en cada valle y en cada zona de los Alpes, con lo que no pretendía más que realizar un esbozo introductorio que sirviera como base de entendimiento a la esencia del grupo. La historia y el sentido de esta tradición, como es obvio, es suficientemente amplia y profunda como para intentar desarrollar un tratado en un texto que sólo quiere reseñar unas líneas generales, para realizar un leve acercamiento a la obra de la formación alpina. Eso sería cuestión de un artículo completo o de una profunda entrevista.

Dicho todo esto, la edición de este nuevo disco, en los últimos días de Octubre, supone una época perfecta para comprar y disfrutar esta nueva obra de Sturmpercht. Pero antes, pongámonos en buen lugar y esbocemos de forma rápida cuál ha sido su discografía hasta llegar a “Geister im Waldgebirg”. Debutaron en 2003 con el single “Der Tanz Des Tatzelwurms”, el cual, tras una primera edición en siete pulgadas negro a 234 copias, tuvo una segunda réplica en sólo 99 ejemplares en bonito vinilo de color verde. Su primer larga duración es el genial “Stürm Ins Leben Wild Hinein!”, publicado en 2004. Un LP de 275 copias en una espectacular caja de madera gruesa, al más puro estilo alpino, con desplegable interior. Sin duda, este disco produjo el afianzamiento total de la formación después del prometedor single. Un nuevo 7” le siguió ese mismo año. En este caso, un disco compartido con Jägerblut (formación folk de los miembros del grupo industrial Thorofon). Este “split” se redujo a 352 ejemplares con hoja interior y dos postales, además de dos nuevos temas de Sturmpercht. Durante 2005, un cuarto vinilo. Se trata de una de sus ediciones más curiosas, un 12” grabado sólo por una cara. Es un disco titulado “Alpine Bann-Und Segenssprüche” y publicado en funda plástica transparente con seis postales pequeñas, además de un vídeo en formato mini-CDr. Una primera edición en vinilo crema de 250 copias y una segunda en disco de color verde a reducida 99 precedieron, debido a la fuerte demanda, a una tercera tirada, idéntica a la primera, aunque limitada sólo a 99 copias y con dos de las 6 postales diferentes. También en 2005 aparece un nuevo single con dos nuevas composiciones. Su título genérico es “Der Marsch Der Wampelerreiter”, un vinilo en siete pulgadas en carpeta o tríptico limitado a 365 copias.

Así llegamos al trabajo que nos ocupa, el cual supone la primer publicación que realizan en formato digital. Sin embargo, y como no podía ser menos, existen otras dos en formato vinilo para coleccionistas en caja de madera. Por un lado, la versión regular en doble LP reducida a 340 ejemplares y, por otra parte, una para fanáticos limitada a sólo 62 copias. Se trata de una caja gruesa pintada de color gris claro y con lo que supone el símbolo de este trabajo impreso en la madera, el Zapfenmanderl. La versión más reducida, además del doble disco, se beneficia de una camiseta y una obra de artesanía, ambas con el mencionado Zapfenmanderl como protagonista. Se trata de una figura realizada en terracota extraída de una plantilla de madera fabricada por un constructor de máscaras “Perchten”, muy reconocido en la región del Untersberg -la montaña alpina más próxima a Salzburgo y una influencia decisiva en el grupo y su entorno-. Todo esto se completa con dos postales y con una doble carpeta con impresionantes fotografías que sirven de cubierta para los vinilos. La edición en CD es un digipak en formato tríptico conteniendo las principales imágenes que aparecen en los discos así como los mismos temas.

La grabación del trabajo tuvo lugar entre los años 2004 y 2006, y tiene la atractiva particularidad de haber sido registrado en su totalidad de forma espontánea, sin pruebas previas. Algunas partes han sido grabadas al aire libre, otras son grabaciones caseras; todo realizado con una gran variedad de instrumentos tradicionales, algunos de ellos muy peculiares. Las letras están basadas en leyendas alpinas o en textos de escritores de la zona pertenecientes a los siglos XVIII y XX. Sturmpercht tiene la peculiaridad, entre otras muchas, de poseer varias voces que interpretan dichas leyendas o textos. A la cabeza se encuentra Max Presch (Max Percht, en este caso), miembro principal del grupo austriaco industrial Rasthof Dachau y máximo responsable del sello Steinklang Industries y de todas sus filiales. Otro de los miembros del grupo, Hajü, forma parte del proyecto Thelema (nada que ver con la formación italiana del mismo nombre). Entre otros datos a tener en cuenta, podríamos mencionar que el quinteto ha sustituido a uno de sus miembros por Axel Frank, del grupo Werkraum, que ya debutó en el anterior single. Además, para este nuevo disco, se han rodeado de gente muy importante dentro de la escena folk. Así, Sangre Cavallum ha compuesto e interpretado uno de los temas del disco, cosa que también ha realizado Allerseelen con otra de las composiciones a las que, incluso, Gerhard ha puesto voz. Finalmente, Markus Wolff, de Waldteufel, ha contribuido en la parte musical de uno de los cortes, además de prestar su voz en otra canción.

Centrándonos, por fin, en lo estrictamente musical, podríamos definir este nuevo disco como una obra que, en cierto modo, supone, en líneas generales, un ligero cambio con respecto a trabajos anteriores. Es cierto que la esencia y el espíritu primordial de Sturmpercht se mantienen inalterados, pero la presencia de una importante cantidad de temas donde la guitarra acústica toma protagonismo en baladas folk, le hace distanciarse en cierto modo de discos precedentes. Quizá por ello, y sin quitar merecimiento o valor a este último, yo recomendaría a aquellas personas que están pendientes de acercarse a su obra, que den primero una escucha intensa a algunos de sus anteriores vinilos.

El disco comienza con “Wir rufen deine Wölfe”, originalmente incluida en el recopilatorio del mismo nombre. En esta nueva grabación se ven reforzados, principalmente, tanto el trabajo de las voces como de las percusiones, aunque, en líneas generales, esta versión tiene mucha mayor consistencia que la original. Desde este comienzo, la voz de Max Percht se impone como referencia o cúspide del resto del trabajo instrumental. El texto de “Wir rufen deine Wölfe” es un poema del escritor alemán Freidrich Hielscher, que fue homenajeado en dicha compilación, editada por Ahnstern, bajo la dirección de Gerhard de Allerseelen y donde un importante listado de formaciones del folclore oscuro actual musicaban dicho poema. “Der Knabe im Moor” supone un cambio de vocalista y de enfoque. Suaves guitarras acústicas, muy sencillas y agradables, prestan respaldo a la voz de Herr Wind, mucho más convencional que la de su compañero, pero eficaz para esta balada de atractiva simpleza. La corta “Riesenbrüder” le sigue. Se trata de un bello recitado, a cargo de la personal vocalización de Markus Wolff, respaldado por livianas percusiones e instrumentación mínima embellecida por el trabajo de una constante melodía de violín. Para completar el primer cuarteto y terminar con el primer lado del doble vinilo nos encontramos con la excelente “Kaiser Karl”. Vuelve el cantante principal a tomar el mando vocal con una pieza muy representativa del estilo Sturmpercht. Básicamente, guitarras acústicas junto a percusión firme y marcial que presta apoyo a la peculiar voz, con esa tonalidad folclórica y rural que posee. Impecable como ejemplo estilístico del grupo.

“Des Feuers lichte Strahlen”, compuesta por Sangre Cavallum, es una de las referencias claves del trabajo. Como la anterior, aunque variando completamente de estilo, puede servir perfectamente de introducción a la obra del quinteto, lo cual nos hace llegar a la conclusión de que los portugueses han realizado, más que una simple colaboración, un trabajo de asimilación total del estilo Sturmpercht. Nos encontramos aquí con una danza pausada, elaborada desde el protagonismo imprescindible del acordeón y las rodantes percusiones. Por supuesto, el carácter agrario lo imprime igualmente el resto de la instrumentación, aunque, de nuevo, el juego de voces es fundamental, combinando aquí las de Herr Wind y Max Percht. La variedad del disco continua con “Waldeslust”, la cual se adentra por completo en el carácter campestre de la grabación. Introducida por una muestra del disco “Alpine Bann-Und Segenssprüche”, como sucede en otras partes del trabajo, se presenta una balada folk rodeada de ambientes captados al aire libre, donde el sonido del ganado respalda una acústica y la peculiaridad de la voz que parece entonar un estribillo arcaico. Puro sonido alpino nos encontramos en “Allerseelenreigen”, una de mis favoritas, donde se sigue la estela de “Der Feuers lichte Strahlen”, aunque la ejecución es diferente. Aquí la armonía se enriquece con los sonidos de cascabeles y panderetas en otra pausada danza entrelazada por la sutil guitarra y liderada por el esencial acordeón. Cambia ahora el escenario para presentar la canción de la muerte, “Sterbelied”. Se cierra el primer vinilo, o nos aproximamos al meridiano del compacto, con una balada fiel a su título, donde una suave y agraciada instrumentación acompaña las casi susurrantes voces.

“I bin da Woid” es la colaboración de Allerseelen. Esta pieza podía pasar perfectamente por uno de los temas incluidos en los últimos trabajos de Gerhard, aunque hay complementos mínimos que aporta Sturmpercht y que suponen pequeñas pinceladas que rematan el tema, como la constante guitarra acústica, entre otros pequeños detalles. Por supuesto, la habitual manera de recitar de Gerhard completa la composición, que resulta interesante en este entorno, pero no ofrece grandes sorpresas. “Durch Berg und Tal” atraviesa montaña y bosque con la sequedad vocal contrastando con la dulces y entrañables flautas. Nos ofrece un paisaje idílico que una segunda y discreta voz femenina se encarga de completar. Con similares premisas aparece “Im Jahreswandel”. Aquí el juego de flautas vuelve a ser fundamental, produciendo un seductor revoloteo en ocasiones, aunque los finos punteos y el rasgueo de guitarra dan otro aroma a la balada, a lo que contribuyen las leves percusiones de simple acompañamiento. La última de la tercera cara lleva el nombre de “Von toten Schnee”. La nieve, un elemento fundamental en el trasfondo de este álbum, impregna de un frescor letárgico el ambiente e invade tierra y bosques dificultando el peregrinar. Así, la pieza es íntegramente recitada y se aleja de buena parte del sonido del disco, utilizando una instrumentación de carácter ambiental oscura en medio de la cual se deslizan otros instrumentos acústicos de armonías y sonoridades intrigantes, entre las que destaca el acordeón. La percusión y todo el conjunto van adquiriendo un mayor protagonismo a medida que discurre la pieza, que se interrumpe finalmente tornando en un caótico cuento de voces infantiles de fondo.

“Waldheimat”, o el “hogar de los bosques”, es introducida por otro extracto del doce pulgadas “Alpine Bann-Und Segenssprüche”. Seguidamente, revela uno de los momentos más álgidos de estos “Espíritus de los bosques de las montañas” -algo así viene a ser el título genérico del trabajo en castellano-. Aquí se contempla plenamente la influencia de Axel Frank en el sonido, con ese punteo de guitarra característico de soplos medievales enriquecidos aún más por la flauta. La voz pasa de recitada a cantada durante el transcurso de la canción y las percusiones aparecen en el momento más sobresaliente, manteniéndose la armonía inmutable del acordeón en el fondo. Encantadora. Para comentar la siguiente es obligado, en este momento y lugar del álbum, hacer una afirmación categórica. En este disco se reúnen los que, en mi opinión, son las tres mejores formaciones de folclore oscuro en la actualidad, los propios Sturmpercht, Sangre Cavallum y Waldteufel. Precisamente, “Bergsturz” está compuesta en colaboración con Markus Wolff, quien lleva el mando vocal. Aquí se fusionan a la perfección los estilos de los dos grupos resultando una pieza de indiscutible valor. El acordeón y el bodhran destacan en plenitud con el complemento de la guitarra y la dulzura del instrumento de viento. Por supuesto, la personal voz de Markus completa el aspecto agreste que siempre tienen todas sus composiciones. Otra pieza magnífica, ¡y ya van unas cuantas!. Creo que “Der weisse Wurm” está muy bien colocada en este momento del disco. Parece un desfile casi caótico con sus campanas, cencerros, flauta campestre, tambores y, sobre todo, con una voz peculiar de recitar impetuoso. En ella también se profundiza en el espíritu del proyecto austriaco, donde el paisaje, tradición y leyenda se filtran de forma invisible pero de manera plena en medio de la mencionada instrumentación. Por poner una mínima pega a este excelente trabajo, quiero decir que echo de menos algún tema más en la onda del siguiente: “Was rauschet und was brauset”. Si nos imaginamos una taberna rural alpina, o una festividad de la zona, y le ponemos música y danza, estoy seguro que este tema encajaría a la perfección. Puede, quizá, parecer un poco tópica esta descripción, pero no encuentro mejor forma de enmarcar este penúltimo título. La percusión muy alegre y el acordeón son los principales anfitriones para la peculiar y, a veces, hasta divertida voz de Max Percht. El bajo hace el resto en esta genial composición, de toques humorísticos. Del ímpetu pasamos al epílogo que supone “Liebewohl”, ejecutada simplemente por guitarras y una breve recitación.

De esta manera finaliza un disco que a primera vista puede no parecer tan variado, pero lo es, y mucho, y de eso nos damos cuenta una vez vamos profundizando en él poco a poco. Todas las canciones, así como el entorno cultural, temático y simbólico, dan muchísimo campo al oyente y es conveniente dejar a cada cual que desarrolle su propia interpretación de toda la música de Sturmpercht, a pesar de ese arraigo que posee y que he relatado de forma superficial. Pero yo me voy a quedar, como conclusión, con una frase que aparece en uno de los paneles del compacto. Una ligera traducción nos viene a decir que “Las canciones, sonidos y cantos de los Sturmperchten reflejan el crudo y salvaje mundo de las montañas alpinas, en toda su gracia y esplendor, pero también con todos sus dramas y abismos”. Poco más queda por decir, simplemente muy recomendable, como toda su discografía.

Paco González
Publicado originalmente para www.mentenebre.com el 01 de Enero de 2007

In Slaughter Natives en directo

In Slaughter Natives.
Pub La Calle, 31 de octubre 2006.
Las Palmas De Gran Canaria

El pasado 31 de Octubre tuvimos la suerte de asistir a un evento, a priori, único en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. In Slaughter Natives aparecía en directo en fecha única en el territorio nacional, en el marco de una de las cientos de fiestas Halloween que, tristemente, se han hecho un hueco en España, como si de un apéndice se tratase de las que se celebran al otro lado del Atlántico.

No hay duda alguna de que el proyecto musical del finlandés afincado en Suecia, Jouni Havukainen, es uno de los pilares básicos de la música industrial de los últimos tres lustros. Forjó en solitario a principios de los noventa un estilo que, hablando en líneas muy generales, han tratado de continuar otros sin alcanzar jamás el sublime nivel de obras como “Enter Now The World” o, en menor medida, “Purgate My Stain”. Valorar en estos momentos y con afinada precisión lo que ha supuesto In Slaughter Natives, dentro de la música oscura en general, sería una labor complicada para hacerlo en pocas palabras y en una reseña de uno de sus múltiples conciertos en los últimos años. Baste decir que, en un sello como Cold Meat Industry, que desde hace algún tiempo ha renunciado al altísimo nivel al que nos tenía acostumbrados en sus primeros años de existencia, encontrar discos de la altura de los arriba mencionados se hace ya, en cierto modo, difícil.

El mítico Pub La Calle suele ser el lugar ideal para los poquísimos conciertos que en esta ciudad se celebran con un mínimo atisbo de independencia. La asistencia fue muy buena, cosa que sorprendería si la fecha hubiera sido otra cualquiera del calendario anual, pero no tanto tratándose de una fiesta o costumbre plagiada superficialmente de una tradición que, menos aún en nuestro país, poco tiene que ver con sus poderosas raíces paganas.

Algunas circunstancias me hicieron dudar entre asistir o no al concierto, hechos tales como la, en mi opinión, baja productividad del proyecto en los últimos años, centrado casi exclusivamente en el directo y sin ofrecer apenas novedades. Y es que, casi nueve años durante los cuales la sequía sólo ha sido aplacada por un recopilatorio -“Recollection”- al que sigo sin encontrarle mucho el sentido, y por la caja “Re-enter Salvation” donde se incluían sólo tres temas nuevos, es muy poco bagaje para esperar algo mejor de lo que presencié en Waregem en 1997 y en Atenas dos años más tarde. Pero, sobre todo, mis dudas se cimentaban sobre lo poco convincente que me parece su último álbum, “Resurrection-The Return Of A King”, y el hecho de que iba a ser la tercera vez que presenciaba al proyecto en vivo, sabiendo de antemano lo que me esperaba sobre el escenario. Efectivamente, el más reciente trabajo de uno de los principales baluartes de la escena nórdica ha resultado una especie de decepción. Sí, está muy bien hecho, la producción está a la altura de un talento como el de Havukainen y tiene buenas composiciones pero, después de haber transcurrido más de ocho años desde su anterior trabajo, me esperaba algo más espontáneo, menos previsible, más avanzado. No fue así.

Desgraciadamente, a todas esas dudas se les incorporaron las malas condiciones de sonido bajo las que transcurrió casi todo el concierto. Fue una auténtica pena que no se pudiese disfrutar plenamente de la música y creo que esto afectó a la imagen del grupo aquella noche, sobre todo cara a los que no conocían al proyecto que, con toda seguridad, eran la gran mayoría de los presentes. En líneas generales se vio afectada la música, que perdía muchos de sus matices, y la voz en particular, algo ahogada bajo el sonido, sin tener la presencia que adquiere normalmente en sus directos. Pero esos problemas, incluso, podían haber quedado en un segundo plano si, transcurrido cierto tiempo, no se hubiese producido una especie de “apagón” en el canal derecho, dejando este altavoz mudo durante un rato. Fue algo sorprendente que debió haber detenido el concierto hasta su total reparación, en vez de continuar, sin que ni siquiera el dúo sacase un poco de amor propio y paralizara aquel desaguisado. Después de un rato que me pareció eterno, de algunos acoples y arreglos mientras aquello proseguía con más pena que gloria, se solucionó parcialmente el problema. El altavoz en cuestión volvió a funcionar, eso sí, dejando el sonido, creo, en peor estado del que se encontraba antes del suceso.

Pero vayamos con lo que al fin y al cabo interesa. El grupo dio un repaso, principalmente, a aquellos temas que siempre suele interpretar en directo. Una revisión por algunas composiciones de su discografía con alguna visita a su mejor disco, “Enter Now The World”, representado por su tema “To Mega Therion”. Más presencia tuvo “Purgate My Stain” con “Truth Awakening” o “Clean Cathedral”, clásicos entre los clásicos de sus actuaciones en vivo. Del más reciente trabajo destacó sobremanera la potente “As My Shield”, aunque, si no me falla la memoria, también interpretaron “Ashes Of Angels” y “You Are The Dead”, entre otras. Por supuesto, fueron estos títulos los que en principio atraían mi curiosidad por tratarse de su última obra.

Havukainen, ayudado en las teclas por su compañera (poco hace la chica, la verdad), suele llenar con su figura la cabeza del escenario. Casi inmutable, clavado en la misma posición todo el tiempo y deshaciendo su garganta con sus apocalípticas y austeras frases, salpica con pequeños latigazos los monumentos musicales que compone. Aunque tiene valiosos temas con voz, siempre he preferido sus instrumentales, más abundantes en sus primeras grabaciones. No obstante, suele dotar de cierto nuevo espíritu a sus creaciones con el directo que ofrece. A través de los problemas de sonido se colaban resquicios de su talento y de algunas de sus gloriosas composiciones. Los nuevos temas no hacían más que, hasta cierto punto, nivelarse con el resto. Aunque he conocido mejores directos del grupo, ofreció un concierto compacto y lineal de principio a fin, sin grandes alardes, sin entusiasmar, excepto lo justo, pero correcto a pesar de las circunstancias.

Podríamos sacar varias conclusiones para resumir lo que fue la noche del pasado 31 de Octubre. En primer lugar, el proyecto no pasa por su mejor momento, no sólo por lo que indiqué anteriormente sobre su último trabajo hasta la fecha y por su escasez de actividad en los últimos años, sino porque en una década no ha evolucionado un ápice en sus directos. Y no ha evolucionado nada porque diez años son muchos para continuar ofreciendo lo mismo sobre un escenario. Aburre, en una palabra.
Por otra parte, creo que el pobre sonido que padeció el dúo aquella noche tampoco ha ayudado a su propia imagen en un lugar donde lo que se necesitaba era impulsarla. A pesar de eso, es importante que se emprendan eventos de este tipo en este desierto cultural que nos rodea y se realicen estos esfuerzos, eso sí, sobre otras bases y con otra continuidad en lo que a calidad se refiere.
Esto último se explica porque, La Defunción, organizadora del evento, tiende más a la promoción de escenas musicales de inclinación marcadamente comercial, cosa que contrasta con una formación de la magnitud de In Slaughter Natives.


Paco González
Publicado originalmente para www.mentenebre.com el 20 de Diciembre de 2006

martes, agosto 15, 2006

Propergol: Nuevo disco

Mientras se va preparando la idea de incluir los primeros comentarios de discos en este blog, y en relación con la anterior noticia, queremos comentar que, hace casi ya un par de meses, se anunció el nuevo disco de Propergol. Su título es "Ground Proximity Warning System" y ha sido publicado mediante colaboración de las editoras Annihilvs y Stridulum en tirada de 500 copias.

Temáticamente está centrado en los desastres en el tráfico aéreo y presenta el lado más ambiental-oscuro del proyecto. Para más información, te sugiero que acudas a la página web del sello Hermetique.

La información del nuevo disco incluye un trailer de presentación, como hace el sello con cada una de sus ediciones. Es muy interesante bajarse dicho archivo para comprobar la dedicación del principal responsable del sello, y de Propergol, a cada una de sus ediciones.

jueves, julio 27, 2006

Propergol

Escuchando el magnífico doble CD, reedición de los dos primeros CDr de Propergol, "Un Déchaîment de Violence/Cleanshaven", inicio este "diario".

Gracias a Functional, subsello de Tesco Organisation, los que llegamos tarde a las dos primeras obras de monsieur Jérôme Nougaillon tenemos el placer de escuchar totalmente remasterizados estos dos discos de uno de los músicos más desconocidos e injustamente olvidados de la confusa escena industrial. Este señor es un artista de lujo, tanto por la delicadeza y pasión visual que muestra en cada una de las cosas que realiza -hasta sus e-mails, tanto personales, como anunciando cada una de las nuevas propuestas de su sello, son un derroche de exquisita generosidad visual- como con cada una de las obras de su proyecto principal; además del ímpetu que imprime a cada uno de los proyectos musicales que edita en su sello Hermetique www.hermetique.net


Por otro lado, Tesco Organisation ha publicado igualmente una segunda edición del cuarto disco del proyecto francés, "Renegade", con el que se completa la "trilogía" inicial de este compositor de escenas tanto violentas como opresivas bajo una siempre atractiva variedad de formas industriales y ambientales. El nuevo "Renegade" trata de ser una réplica en pequeño tamaño de su original en cuanto a presentación. Un cartón desplegable que contiene cuatro postales (las mimas que en el original) y el compacto.

Por último, y por si esto no fuera poco, el nuevo disco de Propergol ya está a la venta desde el mes pasado (el sexto en su discografía). Se llama "Ground Proximity Warning System" y ha sido editado por Annihilvs, en colaboración con los italianos Stridulum Recordings.

domingo, julio 23, 2006

Oestrymnia

Oestrymnia es el origen, la raíz invencible, desde donde todo parte de nuevo hacia mis viajes reales e imaginarios. La música me acompañará, principalmente, pero también pequeñas manifestaciones que girarán en torno a varias de mis inquietudes. Todo se irá desarrollando de forma imprevisible, sin ningún tipo de planteamiento previo ni exigencia mayor que mis deseos breves, momentáneos.
Éste tratará de ser un punto de partida, nuevo, motivador, además de generoso con mis pretensiones. Pretensiones limitadas, de momento. Intento, simplemente, dar salida a ciertas inquietudes que probablemente no podré retener por más tiempo.